EL RESTAURADOR DE BIENES MUEBLES… MÁS QUE UNA LEYENDA URBANA

Hablar de un restaurador de bienes muebles para un elevado número de personas, es hablar de alguien sentado en un taller o en un museo como el Prado, el Louvre o el Metropolitan rodeado de bisturíes, solventes, pinceles, hisopos y microscopios, trabajando en la recuperación de una obra de arte famosa o antigua, o como en algunas ocasiones me dijeron personas que pasaban por el lugar en donde estaba interviniendo una obra, es hablar de una leyenda urbana, ya que solo se había oído de nuestro trabajo en una noticia o en un libro de ficción, pero nunca habían tenido el placer de vernos en acción.

Y es verdad, por lo general  nuestro trabajo se visibiliza por cinco minutos ante el mundo cuando una noticia habla de la restauración de una obra famosa, de un ataque vandálico en algún monumento, o en el peor de los casos, cuando a alguien se le ocurrió la gran idea de restaurar  una obra sin tener el conocimiento necesario y el resultado no pudo ser otro que una catástrofe artística, como es el caso del Ecce Homo en España, siendo este uno de miles de casos que pasan día a día en cualquier parte del mundo y sobre los cuales la comunidad – ya un poco tarde – espera que nosotros lleguemos como héroes y salvemos lo que en muchas ocasiones, lamentablemente ya es imposible recuperar.

Nuestra labor también se referencia en ciertos libros como la famosa Tabla de Flandes de Arturo Pérez Reverte y de la que también se hizo una película, o en el Secreto del Mediterráneo de Bárbara Pastor, textos en donde los restauradores son parte fundamental en el desarrollo de las historias y su conocimiento permite develar grandes misterios de asesinatos ocurridos cientos de años atrás, los cuales fueron secretamente guardados en obras de arte y que salen a la luz a partir de su intervención, lo cual le agrega aún más misterio y fantasía a nuestra labor.

Pero si bien es cierto que nuestra profesión se dedica principalmente a la conservación y restauración de bienes artísticos como: pinturas, esculturas, documentos, pintura mural, material arqueológico y fotografía entre muchos otros, nuestro quehacer laboral va más allá de un taller. Nuestra formación académica es integral, y eso nos permite participar en actividades que en conjunto con otros profesionales logran como objetivo, el disfrute y valoración por parte de la  comunidad de todos esos objetos y bienes artísticos que han contribuido a la construcción de nuestra historia.

Nuestro trabajo está presente en actividades como:  inventario, manejo y gestión de colecciones tanto públicas como privadas, investigación en materiales y procesos de intervención, control de condiciones ambientales,  ubicación, materiales y métodos de montaje de las obras en un espacio o entorno expositivo, almacenamiento y manejo de los documentos en los archivos de una entidad, la recuperación y conservación de material arqueológico en una excavación y en la formulación de diagnósticos y programas de mantenimiento y protección en cualquier entidad que tenga a su cargo el cuidado y protección de este tipo de bienes, entre  muchas otras; acciones silenciosas que muchos ni siquiera saben que son necesarias y que sin ellas no podrían disfrutar y apreciar de forma adecuada una obra de arte o un bien artístico y documental.

Por ahora, nosotros seguiremos trabajando por conservar nuestra historia, porque aunque no se crea, somos muchos lo profesionales en esta rama del arte que día a día recuperamos una gran variedad de bienes. Sin embargo,  hoy más que nunca se nos presenta un nuevo reto como profesionales y a todos como sociedad: “Visibilizar lo invisible”. Es momento de sacar a la luz de forma más frecuente esta labor silenciosa y permitir que cada vez sean muchos más los que conozcan y valoren nuestro quehacer profesional y que lo disfruten a través de bienes artísticos que permanecen en el tiempo y que gracias a su materialidad nos muestran gran parte de un entorno cultural de una época.  Y quizás, gracias a este tipo de acciones,  llegué el día en que dejemos de ser… una leyenda urbana.